Dar inicio a un tema, es abrir una puerta que se hallaba, hasta entonces, cerrada en el universo de nuestro conocimiento. Una puerta que aguardaba ansiosa por ser descubierta, en ese rincón silenciado e ignorado por nosotros. Para darnos paso a los grandes misterios del mundo en el que habitamos, primeramente, debemos abrir la dichosa puerta que nos llevará a recorrer ese camino apasionante de una manera intrigante y especial, como dicho nombre la posee.
Misterio, un término que sabe a intriga y preguntas con más teorías e hipótesis que respuestas. Una palabra que nos dice mucho y nos incita a hacer volar nuestra imaginación en cuestión de segundos al oírla nombrar o leerla en algún artículo específico, o al tan solo oírla en un relato de antaño. ¿A quién no le ha pasado de leer un título cualquiera como: â??El misterio del Triángulo de las Bermudasâ??, y sentir, inmediatamente, esa ansiedad por saber más sobre dicho tema o adentrarse en un mar de palabras que te anticipan un viaje inolvidable de curiosidades e intrigas?. ¿Es una sensación casi mágica no?. Pues bien comenzaremos por abrir aquella puerta que nos dará acceso a conocerla más y saber más sobre ella y su historia.
En breve, este término hace referencia a algo, conocimiento valioso o situación imposible de conocer o, que es guardado en secreto. La palabra misterio, en la antigüedad pagana, se empleaba para designar ciertas doctrinas esotéricas, entre ellas el pitagorismo (movimiento esotérico, metafísico, filosófico, científico y religioso fundado en el siglo V a.C. por Pitágoras de Samos, que era una secta griega de astrónomos, músicos, matemáticos y filósofos que creían que todas las cosas son, en esencia, números) , o ceremonias que se realizaban en privado o cuyo significado era exclusivamente solo conocido por los Iniciados.
En cambio, en el lenguaje antiguo de los primeros cristianos, los misterios hacían referencia a enseñanzas religiosas que eran cuidadosamente prohibidas del conocimiento de los profanos. Ahora bien, la incógnita y hermetismo que acompañó siempre a la palabra misterio, se explica que se encuentra vinculada a ceremonias religiosas secretas que tenían lugar en la Antigua Grecia, donde Mysterion designaba no sólo ese tipo de rituales, sino también todo lo que se definía como â??secretoâ??. Mysterion provenía de mystes â??Iniciado en ritos secretosâ??, que poseía origen en myein, un verbo que significaba â??cerrar la boca o los ojosâ??, de quien cuyo también se derivó la palabra griega mystikós que dio origen a nuestro término â??mística/oâ??. La ceremonia más famosa que se realizaba de este tipo, era la que se llevaba a cabo en el templo de la diosa Deméter, en la ciudad de Eleusis, que consistía en un rito reservado a los Iniciados que se comprometían a no revelar nada de lo que pudiesen ver u oír.
El término mysterion o mysterium en latín, aparece también en ciertas traducciones del Antiguo Testamento, reflejando un sentido de â??intención secretaâ??, y en el Nuevo Testamento como una â??verdad mantenida en secreto desde el comienzo de los tiemposâ??. De acuerdo al uso de escritores inspirados en el Nuevo Testamento, los teólogos prosiguieron a darle el nombre de misterio a las verdades reveladas que sobrepasan los poderes de la llamada â??razón naturalâ??, por lo cual el término â??misterioâ??, en su significado teológico estricto, no resulta ser sinónimo de lo â??incomprensibleâ??, sino que se entendería más como una verdad sobrenatural que por su misma naturaleza se encuentra por encima de la inteligencia finita.
A pesar de tantos significados que envuelven a la palabra Misterio, los teólogos decidieron distinguir dos clases de misterios sobrenaturales, que se denominan como: el absoluto o teológico (que daría a entenderse como una verdad cuya existencia o posibilidad no pudo ser descubierta por una criatura, cuya esencia puede ser expresada por la mente finita en términos de analogía) y el relativo (que se entendería como una verdad cuya naturaleza íntima por sí sola, o cuya existencia sola, excede el poder de conocimiento natural de la criatura.). Algunos ejemplos que podemos dar de un misterio absoluto o teológico, sería la Trinidad, y en cambio, un misterio relativo, podría considerarse a los Atributos Divinos o los Preceptos Ceremoniales Positivos de la Antigua Ley.
Más que nada, la existencia de los â??misterios teológicosâ??, es una doctrina de la fé católica definida por el Concilio Vaticano I, el cual declaraba que:
"Si alguien dice que en la revelación divina no se encuentran contenidos ningunos de los misterios propiamente dichos, sino que se encuentran desarrollados a través de la razón natural, todos los dogmas de la fe pueden ser entendidos y demostrados a partir de principios naturales"
En resúmen, un misterio es un hecho, una historia, inclusive una leyenda o suposición sin comprobar, de la cual no se poseen documentos específicos o razones lógicas que nos demuestren su causa o existencia autentificada.
Muchas veces, la intriga que nos causa un misterio, sobrepasa los límites de nuestra paciencia o hasta inclusive, cordura racional. ¿A qué me refiero?, pues para explicarlo mejor les preguntaré: ¿No han llegado a analizar un presunto misterio alguna vez desde mil maneras posibles sin llegar a una respuesta fija?. Es común que lleguemos a plantearnos una lista infinita de hipótesis para dar una explicación al origen o razón de ese misterio y que en un momento determinado, nos demos cuenta que ninguna de esas hipótesis se interrelaciona entre sí o, se vuelven opuestas unas con otras sin perder su lógica racional y posible perfil de ser â??la respuestaâ??. ¿Y que pasa entonces? Nos desesperamos, al vernos limitados de información, al creer que no poseemos la capacidad necesaria para explicarlo.
De aquí, lo más certero que podría decir, es que comienzan a nacer reflexiones â??filosóficasâ?? y el misterio, aun así, sigue siendo misterio.
Retomando ciertas definiciones de este término que tanto nos puede llegar a apasionar como a desesperar, volvemos la mirada a las palabras del historiador Adolfo Monedero, que apunta claramente que los misterios y su posible resolución, forman parte del atractivo que pueden llegar a desprender determinadas ciencias y disciplinas. La más conocida es la Historia Antigua. ¿A qué reflexión nos lleva esto? Que el misterio es necesario para que el â??descubrirâ?? sea placentero, para que sea parte de nuestras vidas. Es decir, sin misterio ¿A quién se le daría por dedicar su vida a viajar, a experimentar, a investigar, por el simple afán de descubrir y saber más? El misterio, le otorga un sentido a nuestras vidas. Con tantas preguntas sin respuestas, la vida pasa y se reduce el dolor existencial mientras hacemos lo nuestro como seres humanos en el mundo, día a día.
Por otro lado, queriendo ser más realista, claro está que el misterio hoy en día, o mejor dicho desde siempre, ha sido una buena fuente comercial. Casos conocidos son los del Origen del Sudario de Turín o las Caras de Belmez. ¿Qué verdad se oculta detrás de ellos? Nadie puede dar una respuesta determinada, por lo que mientras tanto, se hace negocio con la venta de nuestras hipótesis o con la curiosidad de la gente que pretende pagar por conocer un poco más esos misterios desde cerca (como visitar dichos museos o sitios específicos o comprar libros, revistas y demás). También están, los que inventan â??falsos misteriosâ?? para hacer negocio también.
Pero volviendo a lo serio: algunos de los misterios puros de los que podemos hablar son: la vida íntima de Jesucristo, el misterio de la Santísima Trinidad, el origen de la vida, la Tumba-Isla, la Cámara de Horus, los verdaderos arquitectos de la Gran Pirámide de Guiza, la utilidad de las Stonehenge, ubicación específica del sepulcro de Alejandro Magno, entre otros.
Un misterio, que aún sin resolver, posee la magia de causarnos la intriga más apasionante, que nos embarca en un viaje sin destino, que nos llena de más dudas que respuestas pero que de algun modo, nos deja una verdad, que al fin y al cabo, solo nosotros sabremos descubrir...
viernes, 10 de abril de 2015
Breve análisis del origen del "Misterio"
Redactado por: Anónimo
Mi nombre es Christian y actualmente estudio Computacon e informatica, tengo este blog, porque me gustan el diseño y sobre webs, espero disfruten del contenido de sitio y pueden informarse todo lo que puedan. .
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