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miércoles, 1 de abril de 2015

La transformación de una rana miniatura de Ecuador


La transformación de una rana miniatura de Ecuador

Son pequeñas -los machos miden unos 17 milímetros y las hembras entre 21 y 23-, de color verde marrón con detalles crema, naranja y gris, y habitan en los bosques nublados del norte de Ecuador.

Pero lo que más sorprende de la "Pristimantis Mutabilis, una nueva especie de rana descubierta en las reservas de Las Gralarias y Los Cedros, es su increíble habilidad para cambiar la textura de su piel de tubercular a lisa y de lisa a tubercular.

Nos encontramos con la sorpresa de que esto no se había reportado antes en ningún vertebrado. Juan Manuel Guayasamín, coautor del estudio

Esta transformación, observada por primera vez en un vertebrado, se produce además en un lapso de tan sólo unos 5 minutos.

La descripción del espécimen, hallado originalmente en 2009 por una pareja de investigadores estadounidenses, fue publicada recientemente en el Zoological Journal of the Linnean Society.



Un día lisa, otro día no

rana

Los científicos grabaron a la rana para medir cuánto tiempo le tomaba pasar de una textura a otra.

El hallazgo, en parte, se produjo por azar.

Katherine y Tim Krynak encontraron al animal durante una excursión y lo guardaron en un frasco para investigarlo al día siguiente.

Cuando lo apoyaron sobre una superficie blanca y lisa para tomarle fotografías, notaron con sorpresa que había perdido su aspecto original.

Tal era el cambio que pensaron que se habían equivocado de ejemplar.

Pero al a guardarla otra vez en un recipiente con hojas y musgo, la rana recuperó la textura que tanto les había llamado atención en un primer momento.

transformacion

Los investigadores sospechan que puede haber más especies con estas características.

Los Krynak se acercaron a Juan Manuel Guayasamín, director del Centro de Investigación de la Biodiversidad y el Cambio Climático de la Universidad Tecnológica Indoamérica, y coautor del estudio, para que los ayudase a identificarla.

"Después de revisar muchas colecciones de museos aquí en Ecuador y en Estados Unidos, nos dimos cuenta de que efectivamente era una especie nueva, y nos encontramos con la sorpresa de que esto no se había reportado antes en ningún vertebrado", le dice a Guayasamín a BBC Mundo.

"Hasta ahora, los taxónomos considerábamos que la textura de la piel de las ranas era una característica inmutable. Es decir, que cada especie tenía un tipo de piel que se mantenía constante durante su vida", añade el investigador.



Error de clasificación

anfibio

Cómo cambia tan rápido es algo que los científicos están tratando de averiguar.

Además de esta especie, hay otra relacionada y clasificada anteriormente que según señaló el equipo tiene la misma habilidad: la Pristimantis sobetes.

Sospechamos que puede ser un mecanismo más común, lo que ocurre es que para darse cuenta de que existe, uno tiene que ser mucho más paciente de lo que se es generalmente
Juan Manuel Guayasamín, coautor del estudio

Este rasgo no fue detectado en su momento y esto les ha hecho pensar que, aunque no muchas, puede que haya otras especies con características similares que hayan sido mal clasificadas.

Dado que los taxónomos confían en características como la apariencia de la piel, y hasta ahora esto era considerado un rasgo constante, la posibilidad de error es grande.

"Sospechamos que puede ser un mecanismo más común, lo que ocurre es que para darse cuenta de que existe, uno tiene que ser mucho más paciente de lo que se es generalmente", explica Guayasamín.



Joyas naturales

ecuador


En el musgo, se vuelve casi invisible.

El porqué lo hace es motivo de especulación, pero lo más probable, señalan los científicos, es que sea un mecanismo para camuflarse y protegerse de sus depredadores.

"Suponemos que al salir del musgo, la textura lisa les permite escaparse más rápido", dice el investigador.

Cómo cambia y cómo logra hacerlo en un lapso tan rápido es algo que recién ahora están empezando a investigar.

"Lo bonito es pensar que aún en el siglo XXI y en bosques que quedan tan solo a dos horas de Quito, la capital, todavía podemos encontrar estas cosas tan raras", dice Guayamín entusiasmado.

"Son joyitas de la naturaleza".

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