DESAFÃ?O YIHADISTA
Túnez, caladero del Estado Islámico
El país se convierte en el mayor exportador de yihadistas extranjeros para luchar en Siria e Irak
Partidarios del Estado Islámico enarbolan una bandera del grupo terrorista. AFP
Ejemplo de éxito de la Primavera Ã?rabe, con una transición modélica basada en el consenso.
Primer país exportador de jóvenes al yihad en Siria e Irak.
Es la terrible paradoja que se ha puesto en evidencia en Túnez tras el atentado terrorista que el miércoles acabó con la vida de 20 turistas y tres tunecinos.
Dos asaltantes murieron abatidos mientras la policía busca a un tercero, según reveló ayer el presidente, Beji Caid Esebsi. "Podemos asegurar que había tres. En cualquier caso, el tercer terrorista no irá muy lejos", aseguró.
La falta de oportunidades laborales y la desesperación económica son factores que han llevado a muchos a unirse a grupos como Estado Islámico (IS, en sus siglas en inglés) o Frente al Nusra, que pagan buenos salarios a sus acólitos.
Pero no es la única respuesta a este fenómeno. "La primera explicación es que los desempleados encuentran en estos grupos una solución a sus problemas financieros.
Pero también hay un proceso de lavado de cerebro muy claro porque se trata de jóvenes que no tienen una cultura profunda de la civilización musulmana, no tienen relación con la religión y siguen una formación acelerada en ideas extremistas", señala Alaya Allani, investigador experto en salafismo de la Universidad tunecina de Manuba.
Era el caso de uno de los terroristas que atacaron el Museo del Bardo, Yasin Abidi, de 27 años.
Trabajaba en una agencia de servicios y estaba a punto de licenciarse en Filología Francesa, pero el vacío espiritual le llevó a interesarse por la religión y caer en manos de imames que le radicalizaron.
La detención y represión sistemática de islamistas durante la dictadura de Ben Ali propició un erial religioso que fue llenado por los telepredicadores de las cadenas por satélite wahabíes.
Miles de yihadistas
Hoy, las autoridades tunecinas estiman que unos 4.000 hombres se han unido a organizaciones yihadistas en Siria, Irak y Libia.
Otros 2.000 tunecinos han muerto luchando en las filas de estos grupos.
El presidente Esebsi ha contabilizado un total de 10.000 yihadistas tunecinos (entre los que han partido y los que las autoridades han detenido en la frontera antes de salir), en declaraciones a Paris Match.
"El factor socioeconómico y el lavado de cerebro se unen a la coyuntura regional, con países como Libia y Siria recibiendo a la mayoría de los yihadistas", añade Allani.
La comunidad internacional y el Gobierno tunecino emergido tras la caída de Ben Ali también tienen un papel en este fenómeno.
"Todos demandaron la caída del presidente Bashar Asad y dejaron a las mezquitas y las asociaciones caritativas trabajar en el reclutamiento de jóvenes", agrega el profesor. Es decir, que al legitimar la lucha contra el régimen sirio se legitimó también que estos hombres partieran a hacer la yihad.
Otro factor tiene que ver con la promoción social.
No todo va de pobreza. Muchos jóvenes con posibilidad de graduarse en la universidad la abandonan justo antes de licenciarse, como Abidi.
El paro entre los recién diplomados es del 30%, un grave obstáculo de ascenso social para un país con la mitad de la población con menos de 25 años.
Los expertos consultados por ELMUNDO.es vinculan directamente el auge de la economía paralela con el fenómeno del terrorismo.
El mercado negro supone el 40% del total de la economía tunecina. "Los lobbies del contrabando tienen interés en dispersar a la policía para poder facilitar la entrada de sus productos ilícitos", manifiesta Allani.
Según esto, los actos terroristas sirven de maniobras de distracción. "El terrorismo no tiene base social, sólo una semibase en la zona de Kasserine", constata. De esta localidad era el segundo terrorista abatido, Hatem Khachnaui.
El rapero de IS
No hay un perfil del joven yihadista, sino muchos.
Lo demuestra el caso del rapero Emino, que poco antes del ataque al Museo del Bardo anunció que se unía a las filas de IS en Irak.
"Ha sido reclutado para servir de influencia por su poder de atracción", analiza Alaya Allani.
Marwan Duiri (alias Emino) nació en Manuba, que alberga la universidad donde enseña Allani, hace 25 años.
Ya escribía y rapeaba versos a los 9 años y debutó en solitario en 2005 con un álbum que nunca salió del estudio pero que tenía un inquietante título: 'Muyahidin' (palabra que designa en árabe a los que hacen el yihad).
Su abogado, Ghazi Mrabet, cuenta que vio a Emino cambiar tras ser condenado a dos años de prisión en 2013.
El 90% de esos más de 4.000 combatientes tunecinos a los que se ubica en Siria, Irak o Libia salieron durante el Gobierno del partido islamista moderado En Nahda, entre 2011 y 2014.
Allani y otros expertos señalan que el laxismo de En Nahda facilitó su 'emigración' a la yihad.
Quinientos ex combatientes de Siria y Libia regresaron a Túnez en los últimos meses, lo que presenta nuevos desafíos para la seguridad del país.
En muchos casos, la ecuación mezquita-ordenador es una fórmula de éxito. Son jóvenes que duermen de día y pasan toda la noche en internet.
La receta de los reclutadores para colarse en su mente es hacerles confesar pequeños pecados: citarse con chicas, beber alcohol, frecuentar bares...
Les convencen de que son serias afrentas al islam y que deben purgarlas.
La culminación para purificarse es unirse a la yihad.
Fuente
lunes, 30 de marzo de 2015
Túnez, caladero del Estado Islámico
Redactado por: Anónimo
Mi nombre es Christian y actualmente estudio Computacon e informatica, tengo este blog, porque me gustan el diseño y sobre webs, espero disfruten del contenido de sitio y pueden informarse todo lo que puedan. .
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