¿Eres de los que siempre han querido ver un fantasma, tienes la costumbre de soñar cosas antes de que sucedan o con personas muertas dando consejo o pidiendo algo? Puede resultar extraño, pero, dado que estos conceptos forman parte del imaginario colectivo desde hace siglos, no es nada raro que los informes de apariciones de fantasmas, cartas escritas desde el más allá y otros tipos de interacción con espíritus y fantasmas nos hagan dudar sobre la existencia de eventos paranormales.
En los casos que verás a continuación, resulta difícil saber si los espíritus fueron usados para enmascarar cosas reales o si realmente llegaron a existir; la única forma de saberlo es leyendo estas historias y sacando tus propias conclusiones.
El espíritu de Greenbrier
En el año de 1897, Zona Heaster Shue murió en circunstancias misteriosas, a la temprana edad de 23 años. Residente de Greenbrier County, en el estado de Virginia, Estados Unidos, su cadáver fue llevado a la sala de la casa conyugal totalmente vestido por el marido, lo que resultó extraño para todos. En los días posteriores, el comportamiento de Erasmus, el esposo de Zona, también pudo haber revelado que algo andaba mal con el hombre, pero nadie sospechó nada pues todos pensaban que Zona había fallecido de un simple ataque cardiaco.
Sin embargo, la madre de Zona, Mary Jane Heaster, afirmó haber soñado con su hija durante cuatro noches seguidas, en donde le informaba que Erasmus era un esposo abusivo y que la había asesinado rompiéndole el cuello. El espíritu también le solicitaba que exhumaran el cuerpo. Después de la autopsia, se descubrió que la muerte había sido causada por estrangulamiento y que tenía el cuello roto. Contrario al sentido común, Mary Jane siguió contando su historia en el tribunal cuando el caso se llevó a juicio, y el espíritu de Greenbrier terminó solucionando su propio caso.
Russell Colvin
En 1812, un sujeto de nombre Russell Colvin despareció sin dejar rastro alguno, hecho que se mantuvo en esa situación durante siete años. Russell era cuñado de Jesse y Stephen Boorn, a los que nunca les cayó bien, y este par tenía por tío a Amos Boorn, que comenzó a tener sueños recurrentes con el fantasma de Colvin, que le decía que había sido asesinado y que sus restos se encontraban enterrados cerca de un granero en la granja de la familia. Después de ir al sitio e investigar la historia, Amos no encontró los restos, pero si varios objetos personales de Colvin, lo que era bastante extraño. Algunos días después, su perro desenterró los huesos en un lugar cercano, lo que llevó a sus sobrinos a ser acusados por el asesinado de Colvin.
Hay que recordar que ya habían pasado siete años, pese a esto, cuando fueron interrogados, ambos confesaron su crimen. Jesse fue sentenciado a cadena perpetua y Stephen a la horca. Sin embargo, en un sorprendente cambio de eventos, el fantasma no pasaba de una mera ilusión, pues Colvin estaba vivo en Nueva Jersey, e hizo una aparición pública para salvar a los Boom de su destino.
La aparición de Montrose
El teniente irlandés Desmond Arthur hacía un vuelo con su avión B.E 2, cuando el ala derecha del vehículo se desprendió en pleno vuelo y el piloto terminó muerto. Al principio se creía que el accidente se debió a la falta de mantenimiento en el avión, pero tres años después un oficial del gobierno determinó que la culpa del accidente había sido del propio Arthur. Los colegas del piloto, que sabían de su pericia, no confiaron ni aprobaron esa versión, y parece que Arthur tampoco lo hizo, ya que tras este evento la academia de vuelo de Montrose comenzó a ser escenario de diversos eventos sobrenaturales.
A veces, el espíritu de un piloto podía ser visto, lo que comenzó a suceder con una frecuencia tan alta que muchos hombres abandonaban sus puestos. Presionados e intrigados, los periodistas de la época dieron cobertura al caso y uno de ellos, CG Gray, editor de la revista The Aeroplane, logró que el caso se llevara a revisión, y en esta ocasión se quitó la culpa de Arthur sobre el accidente. Desde entonces, nunca más se volvió a ver al fantasma â?? excepto una última vez, en la que habría sido visto sonriendo.
El fantasma de Cock Lane
Era el año de 1759 cuando William Kent y su esposa, Fanny, se mudaron a Cock Lane, en Londres. Seis meses después, la esposa moría de viruela y el marido entraba en una disputa legal por la devolución de un depósito por adelantado que había hecho al dueño del inmueble, Richard Parsons. Al mismo tiempo, William quedó estupefacto cuando leyó una notica en The Public Ledger que aseguraba que él había asesinado a su esposa, y que su fantasma ahora asustaba en la propiedad. ¿El autor de la publicación?, el propio Richard Parsons.
En el artículo, Parsons afirmaba que había recibido la visita del fantasma de Fanny, y supuestamente le dijo que había sido envenenada con arsénico, y que no había muerto a causa de la enfermedad. Un charlatán de nombre John Moore fue contratado para contactar con el espíritu de Fanny, respondiendo a sus preguntas a través de unos golpes en un madero y, de esta forma, se incriminó a Kent. Tras una serie de noticias sensacionalistas sobre el caso, la casa se convirtió en un punto de interés turístico en el que varias personas decían ver al fantasma de Fanny.
Sin embargo, cuando la hija de Parsons, llamada Elizabeth, fue atrapada haciendo los sonidos en el madero, la mentira se vino abajo y William demandó a todos los involucrados, que fueron a prisión y obligados a pagar multar por calumniar al esposo de un fantasma que nunca existió.
Stambovsky VS Ackley
Este extrañísimo caso judicial fue uno de los pocos que llegó a reconocer una casa como un sitio embrujado, lo que desafía la lógica racional y materialista de las leyes. En 1989, un hombre llamado Jeffrey Stambovsky adquirió una casa en Nueva York que previamente había sido ocupada por Helen Ackley y su familia, quienes habían relatado diversas historias sobre la propiedad, incluso llegando a publicarse en el Readerâ??s Digest de aquellos años.
A Stambovsky no le importaban las historias y ni siquiera le importaban los fantasmas, pero su mujer estaba aterrorizada, lo que hizo que entrara en un proceso judicial para que le devolvieran el anticipo. Y, de forma totalmente inesperada, los jueces del caso reconocieron la vivienda como un sitio paranormal, ya que Ackley había hecho publicidad sobre el hecho e incluso había ganado dinero con ello, pero no indicó ese pequeño contratiempo en el anuncio de venta del inmueble, lo que sería una omisión de información.
El hombre gris
En la pequeña ciudad costera de Pawleys Island, en Carolina del Sur, Estados Unidos, existe un fantasma conocido como â??el hombre grisâ?? que desde el año 1822 ha sido relatado en incontables casos. Varias historias explican el origen de esta figura paranormal, como la de un joven que iba a solicitar matrimonio a su amada, pero que murió en las arenas movedizas.
Sin embargo, cualesquiera que sean sus orígenes, el fantasma no se considera un ente de maldad, sino un héroe; y es que siempre se aparece antes de grandes huracanes, y hay relatos en los que avisó a las personas para que huyeran de estas catástrofes climáticas.
En general, quien encuentra al hombre gris termina sobreviviendo a la tormenta y su casa queda intacta. Un caso relacionado con el fenómeno fue el de Jim y Clara Moore, una pareja de ancianos que vio al fantasma durante una caminata, poco después la ciudad fue abatida por el huracán Hugo. La casa de los ancianos, como en las leyendas, quedó intacta, pese a que todo el vecindario fue destruido.
El fantasma del testamento
James Chaffin era un granjero de Mocksville, en los Estados Unidos, que murió después de una caída, dejando atrás a su esposa y a cuatro hijos. Según su testamento, la granja era para su tercer hijo, Marshall, que por casualidades del destino murió un año después. La granja, entonces, terminó en manos de la viuda, que cuatro años después quedó impactada al saber que el segundo hijo de la pareja, James, había iniciado un proceso legal afirmando tener otro testamento, que le había llegado a través de conversaciones son el fantasma de su padre.
El hijo afirmaba haber sido visitado por su padre, que usaba su abrigo de trabajo y que le dijo que en su bolso podía encontrar otro testamento. Cuando el abrigo fue examinado, se descubrió que había un bolsillo extra, dentro del cual estaba una nota que decía â??lea el 20º capítulo del Génesis en la Biblia de mi padreâ??.
Después de encontrar esa Biblia en particular, que descubrió que había un testamento en la página indicada, escrito en 1919, donde el padre exigía que la granja se dividiera de forma equitativa entre los cuatro hijos. Ya que la caligrafía se verificó por especialistas e incluso la viuda creyó, la historia se tomó como verdadera.
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