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jueves, 19 de marzo de 2015

Nuevo sistema de aterrizaje de la NASA varía ruta en pleno d


Nuevo sistema de aterrizaje de la NASA varía ruta en pleno descenso


Nuevo sistema de aterrizaje de la NASA varía ruta en pleno d


Una de las fases más delicadas de enviar una sonda o un rover a otro planeta es justo la de aterrizaje. Lograr que el aparato toque tierra en el lugar exacto y seguro es muy complejo. La NASA ha probado ahora una nueva tecnología que permitiría cambiar la ruta de descenso en tiempo real para evitar problemas. Y funciona.

El último ejemplo de lo complicado que es aterrizar una sonda fue el de Philae, el aterrizador de Rosetta, que acabó rebotando varias veces y perdido en el cometa 67P. La fase de aterrizaje es tan compleja que en el caso del rover Curiosity sus responsables fijaron un área de 20 x 7 kilómetros en Marte como posibles zonas donde Curiosity podría acabar tocando suelo.

Para reducir la incertidumbre y lograr aterrizar en una zona mucho más precisa, la NASA ha probado ahora con éxito un nuevo sistema que permitiría a una sonda variar la ruta de descenso si detecta que la actual está desviada o puede ser más problemática de lo esperado. Y lo hace en tiempo real y sin intervención humana.


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Pensando en futuras misiones a Marte, la NASA ha probado esta tecnología en un cohete XA-0.1B, conocido como Xombie (imágenes arriba), de la compañía Masten Space Systems. Ingenieros de la NASA y Masten equiparon uno de estos cohetes reutilizables de despegue y aterrizaje vertical con dos nuevos sistemas: un sensor llamado Lander Vision System (LVS) y un algoritmo bautizado como Guidance for Fuel-Optimal Large Diverts (G-FOLD). ¿Qué hacen? Básicamente ayudan al cohete a calcular su ubicación exacta sobre el lugar de aterrizaje. En el descenso, el sistema toma fotos de la superficie, las compara con las almacenadas, y detecta donde está. El algoritmo puede luego calcular una ruta alternativa que sea más óptima o más segura y ordenar a la sonda cambiarla. Todo en pleno descenso y sin intervención humana.

La NASA probó esta tecnología a finales del año pasado pero ahora publica nuevas imágenes y un vídeo de la prueba. Lo puedes ver debajo (la acción comienza a partir del minuto 1:05, antes explica todo el procedimiento, interesante también):




En el vídeo se puede ver como el cohete Xombie comienza a cambiar de rumbo de descenso a una altura de 190 metros, en pleno vuelo. El sistema recalculó la ruta de aterrizaje e hizo que el cohete aterrizara con éxito a 300 metros al este del punto inicial. Un pequeño paso, pero importantísimo para lograr que las próximas sondas aterricen en Marte sanas y salvas.

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