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domingo, 15 de marzo de 2015

Comercios cobran "según la cara" del cliente


Comercios cobran "según la cara" del cliente



Más comercios ocultan precios y cobran "según la cara" del cliente



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â??¿Esto cuánto sale? ¿Y eso de allá? ¿Y esto otro?â??. En los últimos años, los consumidores debieron habituarse a formular preguntas como esas en los comercios. Lo que quizás ignoran es que, en realidad, no deberían ser necesarias en absoluto. Porque la ley obliga a los negocios a mostrar los precios de todos sus productos. Pero no se respeta. Y cada vez son más, de hecho, las góndolas, vidrieras y mostradores que no tienen valores, lo que provoca molestias, confusiones y también algunos abusos.


Clarín pudo comprobar los incumplimientos en una recorrida por barrios porteños hecha en vísperas del Día Mundial de los Derechos del Consumidor, que hoy se celebra. Entre cientos de vidrieras observadas, en casi la mitad faltaban muchos o todos los precios. Y eso en grandes avenidas comerciales como Santa Fe, Cabildo, Federico Lacroze, Rivadavia y San Juan. En calles interiores de cada barrio, el cuadro se agrava.

Muchas verdulerías no muestran un sólo número. Abundan tiendas de ropa y zapaterías sin valores a la vista. Hay también bares y restoranes sin carta hacia la calle. En varios bazares, jugueterías, ferreterías, casas de computación, perfumerías, dietéticas y hasta garajes también es todo una incógnita. Igual que en una creciente cantidad de kioscos cuyos precios sólo aparecen en una pantalla oculta para el cliente (ver aparte).

Aunque, según los organismos de control, es en las góndolas de los supermercados donde más se detecta la ausencia de cartelitos. Y muchos tampoco cumplen la obligación de tener â??verificadores de preciosâ??: según la ley porteña 4.827, en súper grandes, nadie debería caminar más de 20 metros hasta conseguir un lector de barras. Pero, al no estar, sólo queda ir a preguntar en caja o resignarse a comprar â??a ciegasâ??.

â??No exhibir precios es la falta más frecuente que se detectaâ??, explican en Defensa al Consumidor de la Ciudad. Según revelan, más de la mitad de las infracciones por prácticas â??deslealesâ?? son por eso. Y el problema se agudizó: el año pasado, los inspectores detectaron más del doble de casos que en 2013: un 115% más.

Mientras, en territorio bonaerense, las faltas encontradas también fueron â??superiores a las de años anterioresâ??. Sólo en la Costa multaron este verano a más 300 comercios por ocultar precios, confirman en Defensa del Consumidor de la Provincia. â??Es la infracción más comúnâ??, describen.

En un contexto de alta inflación, la expansión de esta práctica complica aún más la difícil tarea de determinar qué es caro y qué es barato. Pero también, según especialistas, genera confusiones y pérdidas de tiempo. O incluso que ciertos empresarios puedan fijar más de un precio por bien: por ejemplo, cobrando más caro a turistas extranjeros, al que ven bajar de un auto costoso o a quien va al kiosco durante la madrugada.

Héctor Polino, fundador de Consumidores Libres, revela que â??hay muchas quejas por el temaâ?? y denuncia que el ocultamiento suele ser una estrategia deliberada. â??Funciona como señuelo. Si el cliente ve en la vidriera que el precio es alto, se va a otro lado. Pero si no está, debe entrar a preguntar. Y así los vendedores tienen más chances de tentarlo a que consuma. También sirve a veces para cobrar â??según la caraâ?? del consumidorâ??, acusa.

â??Más que intención de abusar, lo que vemos es impericia e ignoranciaâ??, opone del otro lado Vicente Lourenzo, secretario de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa. â??Muchos comerciantes no saben que es obligatorio -agrega-. Y otros, quizás, con lo que valen hoy ciertos productos, prefieran hacerlo para que el cliente no se asuste y entre igualâ??.

A esto se suma que en perfumerías, librerías, casas de computación o ferreterías, con decenas o cientos de artículos en vidriera, la inflación hizo que mantener actualizados los carteles se volviera muy trabajoso. â??Entonces, directamente, sacamos todoâ??, justifican en varios comercios.

Aún así, según Jorge Surin, abogado especialista en Derecho del Consumidor, todos los precios deben siempre exhibirse en las vidrieras y adentro, para que la gente pueda ejercer su derecho a la libre elección y a recibir información adecuada y veraz. Lo ideal, afirma, es entonces no comprar en los comercios infractores. Y también denunciarlos en Defensa al Consumidor, que puede imponerles multas de hasta $ 5.000.000. â??El consumidor es, ante todo, un ciudadano -define-. Por eso, ante los abusos o el trato indigno, debe hacerse respetar.â??


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