Deportistas traidores a ESPAÑA

El deporte: otra vía posible de odio a la Nación
Deportistas traidores
Fútbol y nacionalismo
El deporte, especialmente el fútbol, constituye un canal que diversos enemigos de la Nación Española aprovechan para mostrar constantemente su desafección y odio a España.

Nadie que esté al tanto de la actualidad puede negar que el deporte, y más concretamente el fútbol, es un elemento esencial de nuestras sociedades globalizadas. Más aún: el fervor patriótico que antaño se sentía cada vez que sonaban tambores de guerra se canaliza hoy día, en la época del pacifismo fundamentalista, a través del enfrentamiento entre dos equipos dentro del recinto de un estadio de fútbol: los clubes de fútbol representan ciudades (no provincias ni tampoco a ninguna de las impostadas autonomías) y a nivel internacional el fútbol más importante es el de selecciones nacionales. Todos nos acordaremos de la explosión patriótica que produjeron los recientes éxitos de la Selección Española de Fútbol, demostrando la existencia efectiva, pese a la amenaza y presión separatistas en varios lugares de España, de un patriotismo español canalizado a través del deporte rey. La Fundación Denaes, perfectamente consciente de este hecho, otorgó en 2011 un Premio Español Ejemplar al seleccionador español, el Marqués Vicente del Bosque.


Pero también el fútbol es un canal utilizado por enemigos de la Nación Española para hacerse notar: nadie podrá olvidar los constantes abucheos al Himno de España y el Jefe del Estado en las recientes finales de la Copa del Rey de fútbol cuando la juegan equipos como el Fútbol Club Barcelona o el Athletic Club de Bilbao (instituciones que actúan de canal para la difusión del separatismo y el odio a España); tampoco puede dejarse a un lado el hecho de que aún hoy diversas instituciones regionales y autonómicas se niegan a que la Vuelta Ciclista a España o las selecciones nacionales disputen algún encuentro o etapa en Cataluña o el País Vasco, situación prolongada durante décadas.


Pero también existen deportistas que, a título personal, han mostrado una profunda desafección hacia la Nación Española, lo que es doblemente grave en el caso de futbolistas internacionales, que han sido protagonistas de los más recientes éxitos de nuestra selección. Tal es el caso de los futbolistas del Fútbol Club Barcelona Gerard Piqué y Xavi Hernández, que participaron en el seudoreferéndum del 9 N, celebrando el hecho e incluso pidiendo el voto a la independencia. El último que ha participado en este tipo de actos es Mikel Arruabarrena, uno de los capitanes del Eibar, presente junto a otros futbolistas en una reciente charla sobre el «derecho a decidir» del inexistente pueblo vasco.


La definición de estos deportistas no puede ser más que la de traidores y mercenarios: como bien señaló en su día el actual entrenador del Bayern de Munich, Pep Guardiola, ex jugador del Fútbol Club Barcelona y de la Selección Española, si hubiera podido jugar con una hipotética selección catalana jamás habría jugado con España. Por lo tanto, los sujetos mentados (que tampoco tienen tapujos en jugar con la selección catalana o vasca en partidos amistosos con las selecciones de otras naciones políticas), si han jugado o tienen la oportunidad de jugar vistiendo la camiseta nacional, no será por defender los colores de la Nación a la que pertenecen, sino en calidad de mercenarios, pues pese a su odio y desafección a la Nación Española, se aprovechan de la circunstancia de jugar en la Selección Nacional para ampliar palmarés y lucrarse con suculentos derechos de imagen, primas por objetivos, &c. Huelgan comentarios y comparaciones sobre las sanciones que en cualquier otro país del mundo caerían sobre deportistas que traicionasen de esa manera a su Nación...


hemos de llamar la atención sobre estos actos de desafección hacia la Nación Española, protagonizados tanto por instituciones deportivas como por futbolistas desafectos y traidores, para que las instituciones federativas pertinentes apliquen severas sanciones o directamente expulsen de la Selección Nacional a quienes muestran un constante desprecio a los colores e instituciones patrios. Por lo menos, que no se les permita seguir beneficiándose de las ventajas que aporta una Nación que tan sonoramente desprecian.


infinitamente el orgullo de ser español